domingo, 10 de junio de 2012

Los tramposos (1959)

INTÉRPRETES: Tony Leblanc, Concha Velasco, Antonio Ozores, Laura Valenzuela, Juan Calvo, Antonio Riquelme, José Luis López Vázquez, Manolo Gómez Bur, Jesús Puente, José María Tasso. DIRECCIÓN: Pedro Lazaga. AÑO: 1959. Color. 88 min.

Estamos ante una de las mejores comedias de la historia del cine español, merced a un buen guión obra de Jose Luis Dibildos y a unas actuaciones magistrales, destacando como no, al genial Tony Leblanc. 

Un Tony Leblanc que pasará a la historia del cine con esa legendaria escena donde encarna a un deficiente mental para llevar a cabo el archiconocido timo de la estampita, siendo Antonio Ozores el gancho del mismo. Unos minutos de metraje para enmarcar.



Dejando aparte esta escena, la pelicula nos muestra el Madrid de finales de los 50, el costumbrismo de la epoca, la picaresca castiza, tan enraizada en la sociedad española desde tiempos inmemoriales, los alrededores de Toledo y rincones de la capital hoy dificiles de localizar o imaginar, como una estación de Atocha, verdadero epicentro de comunicaciones (lo que hoy sería Barajas), donde nuestros pillos ejecutan el timo citado anteriormente. Un pequeño clásico.

El argumento se centra en Paco (Ozores) y Virgilio (Leblanc), dos caraduras que viven de timar pequeñas cantidades a pobres incautos que viven o están de paso por Madrid. Nuestros heroes decidiran dar un giro a su vida y volverse honrados, tras pasar varias veces por la cárcel de Carabanchel, y presionados por sus respectivas novias, Julita (Concha Velasco), novia de Virgilio y hermana de Paco, y Katy (Laura Valenzuela) que refresca por Paco y es compañera de trabajo de Julita en una agencia de viajes.


Tras unos inicios titubeantes en el dificil mundo de la honradez, en la que por ejemplo se dedican a vender libros de genealogía para Don Ursicino (Jose Luis Lopez Vazquez), Paco y Virgilio deciden montar su propia empresa de viajes turisticos (VIRPA), que sorprendentemente, comienza a tener éxito entre los turistas extranjeros, deseosos de ver funerales y de hincharse a tapas y vinos en un tugurio de mala muerte que solían frecuentar nuestros protagonistas.

Una pelicula para disfrutar y reir a carcajadas. No dejen de verla.





sábado, 2 de junio de 2012

Las que tienen que servir (1967)

INTÉRPRETES: Concha Velasco, Amparo Soler Leal, Laura Valenzuela, Manolo Gómez Bur, Alfredo Landa, José Sazatornil, Margot Cottens, Lina Morgan, Florinda Chico, Charles Stalmaker, Álvaro de Luna. DIRECCIÓN: José María Forqué. AÑO: 1967. Color. 83 min.

Jose María Forqué dirige en 1967 esta adaptación cinematográfica de la célebre obra de Alfonso Paso del mismo nombre. La pelicula en sí, es bastante floja, a pesar de contar con un reparto de muchos quilates, aún así, caben destacar algunos detalles...

El argumento es simple, dos jovenes asistentas de hogar, Juana (Concha Velasco) y Francisca (Amparo Soler Leal) trabajan en casa de unos norteamericanos en una urbanización de Torrejón de Ardoz (donde se ubica una base aerea del Ejército de Estados Unidos). 

Juana tiene como novio a un vago recalcitrante llamado Antonio (Alfredo Landa) y Francisca suspira por un huevero llamado Lorenzo (Gómez Bur). La situación de las dos parejas se complica con la irrupción de dos fornidos norteamericanos que intentan llevarse a las mozas, haciendoles ver las excelencias de su país, donde impera la democrácia y la mujer esta al nivel del hombre. Ante esto, nuestros dos heroes tendrán que dar un golpe en la mesa...

- Antonio: Lorenzo! esas mujeres estan esperando ver al español que llevamos dentro, al macho. ¿Tu eres español?
- Lorenzo: Si, pero muy mezclao con suizo...


Dentro de la urbanización conviven otros matrimonios mixtos entre norteamericanos y españolitos, por ejemplo nos encontramos al catalan Peter Puig (fantástico José Sazatornil) que vive una complicada relación de pareja con la teniente Sheila Gresham (Laura Valenzuela), mas obsesionada con su trabajo que con calentarle el cocido a su maridito.

También nos encontramos a una ¿Ex-prostituta? llamada Doña Lola (Florinda Chico), al que su marido, un negrazo de dos metros, le sacude bastante a menudo. Y aquí el guionista nos deleita con un dialogo que merece una mención aparte:

- Doña Lola: Socorro, socorro! ayudenme ayudenme! Mi marido me quiere pegar!
- Antonio: Si es su marido, tiene derecho.
- Lorenzo: Si fuese un extraño, aqui estabamos nosotros. Pero es su marido...
- Marido: Españoles! civilización!

Sobran mas comentarios...


Poco mas destacable en una pelicula con un guión muy desaprovechado, se centra en las comparaciones estereotipadas entre Estados Unidos y España y una estética modernista 60s que resulta curiosa de ver hoy en dia. También destacar el pequeño papel al final de una jovencísima Lina Morgan. Para los amantes de la música yeye, en la banda sonora estan incluidas varias canciones del grupo Los Condes, que también aparecen en alguna escena de la misma.



sábado, 26 de mayo de 2012

Un vampiro para dos (1965)

INTÉRPRETES: Fernando Fernán-Gomez, Gracita Morales, José Luís Lopez Vazquez, Trini Alonso, Goyo Lebrero. DIRECCIÓN: Pedro Lazaga. AÑO: 1965. B/N. 85 min.

Mucho antes de que Mel Brooks iniciara el boom de las parodias del cine de terror con su legendaria El Jovencito Frankenstein, Pedro Lazaga tuvo las santas narices de parodiar otro mito moderno de la oscuridad y el mal: El Conde Drácula.

Para que engañarnos, estamos ante una pelicula mala, bueno no, bastante mala... pero que incluso tiene sus momentos potables, obra y gracia del trio protagonista: Como no, la pareja Lopez Vazquez-Gracita Morales, y un desconocido Fernando Fernán Gómez en un papel del que seguro renegaría toda su vida.

El inicio de la cinta es bastante prometedor, una intro rodada en primera persona nos adentra en el metro de Madrid para presentarnos al joven matrimonio (recien casados ellos) compuesto por Luisita y Pablo (Lopez Vazquez y Morales), la una es taquillera del metro, el otro es pluriempleado, por el dia es revisor del citado metro y por las noches es vigilante nocturno en una obra. Su problema es que no se ven, salvo un par de minutos al dia, lo que hace que su matrimonio sea un verdadero martirio.



La solución es obvia (Vente p'Alemania Pepe!!). La joven pareja decide irse a Düsseldorf para buscar un trabajo en el que puedan compaginar vida laboral y vida marital. Y vaya que si lo encuentran. De criados en una tenebrosa mansión propiedad del baron de Rosenthal (Fernando Fernan Gomez). 

Llevados por un taxista ex-combatiente de la Legión Condor (tela marinera), los dos pipiolos llegan a la mansión donde los recibe el sirviente Wolf (Goyo Lebrero), que resulta ser un hombre-pastor aleman (mas mono el... bueno mejor dicho, mas perro el...). No tardan en descubrir que el tal barón Rosenthal es un ingenuo vampiro, que bebe plasma sanguineo e intenta ligar por las noches con macizas alemanas, con escaso exito claro está.

La convivencia resulta de lo mas apacible, la joven pareja inicia al barón en el noble arte de la pitanza de morcilla de sangre, sangría y el chinchón, lo que hace que todos acaben cantando Hungria Patria Querida o Desde el Baltico al Mar Negro.... (versiones del Asturias Patria Querida y Desde Santurce a Bilbao... dios mio...).


Todo se tuerce cuando la hermana del barón, Nosferata (Trini Alonso) decide viajar desde Inglaterra hasta Alemania para poner las cosas en orden, lo que provoca la huida de la pareja, acompañados de Wolf. Esta es sin duda la escena mas surrealista del film. De tan mala, produce hasta carcajadas (quizás fuese esa precisamente la intención de Lazaga). Los tres huyen en un carruaje por tierra y aire, perseguidos por un murcielaguillo de todo a 100 camino de la frontera franco-española. Digno de ver!!!! 

Y el final... mejor no lo desvelo, atrévanse!

martes, 22 de mayo de 2012

El Tigre de Chamberí (1957)

INTÉRPRETES: José Luis Ozores, Tony Leblanc, Hélène Rémy, José Marco Davó, Julia Caba Alba, Aníbal Vela, Miguel Ángel Rodríguez, Ramón Giner, Antonio Garisa. DIRECCIÓN: Pedro Luis Ramírez. AÑO: 1957. B/N. 75 min

Miguel Orégano (José Luis Ozores) es un pobre desgraciado que vive con su madre y su hermano pequeño en un desvencijado piso en la capital de España. Malvive con trabajos de poca monta, haciendo ñapas en el edificio o como hombre anuncio recorriendo las calles de la ciudad. 

Su amigo del alma es Manolo (Tony Leblanc en un papel que repetiría hasta la saciedad), un tio listo, vividor, manipulador y aprovechado, que utiliza de mala manera a Miguel para, por ejemplo, colarse en Chamartín (aka Santiago Bernabeu) para ver un partido de futbol. El tiempo que no se pasan haciendo el chorra, los dos amigos acuden al bar del señor Román (José Marco Davó), por cuya hija Marisa (la preciosa Helene Remy) nuestro incansable protagonista bebe los vientos.



Hasta aquí todo normal, el problemón surge durante un partido de fútbol, donde Miguel dejandose llevar por la adrenalina del encuentro, sacude un sopapo al campeón de boxeo Molina (interpretado por el auténtico boxeador Emilio Orozco) dejandolo KO. Toda la prensa deportiva se hace eco del notición y se pregunta quien será el misterioso puño de hierro que ha dejado fuera de combate al campeón Molina.


Es aquí cuando Manolo ve la oportunidad de sacarse unas pesetas usando a su amigo como saco de boxeo. A través de un entrenador amigo suyo, interpretado por el orondo Antonio Garisa y bajo el apoyo económico del señor Román, introducen al buenazo y tartamudo de Miguel en el mundillo de las cuatro cuerdas bajo el apodo de El Tigre de Chamberí. Para ponerse a temblar.

Estamos ante una película de las que dejaron huella en nuestro cine e influyeron en cintas posteriores, como por ejemplo en la famosa Yo hice a Roque III (de los inefables Pajares y Esteso). Pedro Luis Ramírez homenajea en algunas escenas al mismisimo Charles Chaplin y a su pelicula Luces de Ciudad, y solo el peso interpretativo de Jose Luis Ozores ya es suficiente reclamo para disfrutar con su brillante humor casto y transparente.

viernes, 18 de mayo de 2012

Operación Secretaria (1966)

INTÉRPRETES: José Luis López Vázquez, Gracita Morales, Fanny Cano, Manolo Gómez Bur, Enrique Ávila, Rogelio Madrid. DIRECCIÓN: Mariano Ozores. Año 1966. B/N. 89 min

Nuevamente Mariano Ozores recurre a la pareja de moda del cine cómico español durante los años 60, José Luis López Vázquez y Gracita Morales. Su feeling fue tan explosivo, que no tardó el señor Ozores en repetir faena con Operación Cabaretera y Operación Mata-Hari, toda una trilogía de imprescindible visionado.

El inicio de la pelicula no tiene desperdicio. Bajo los acordes del grupo inglés afincado en España, The Tomcats (famosos por sus versiones del Pena Penita Pena y del A Tu Vera a ritmo de R&B) hace acto de presencia Don Rodolfo García (José Luis López Vázquez), un empresario mas salido que el pico de una mesa, que trata de convencer a su bella secretaria mejicana Octavia (la malograda Fanny Cano, fallecida en accidente aereo en Barajas muchos años después) para acudir a un fin de semana romántico a un hotelito con encanto a las afueras de Madrid: La Pequeña Andalucía.

Hasta aquí todo normal, un López Vázquez en su papel primordial de españolito cachondo, un bellezón acompañandole y poniendoselo dificil. Pero Ay! amigos, en ese complejo turístico trabaja como camarera Angustias (como no, nuestra adorada Gracita Morales), ataviada con un traje de faralaes y dispuesta a amargarle la velada al bueno de Don Rodolfo, que mojar, lo que se dice mojar, solo lo hará en la piscina.


A este embrollo, solo falta añadirle un tema delicado. Un bribón sin escrúpulos llamado Carlos (Rogelio Madrid) decide robar las joyas de su amante Lucía (Mayrata O'wisiedo), una duquesa madurita de muy buen ver, para de este modo fugarse con su verdadera novia fuera de nuestras fronteras. Para ello cuenta con la colaboración de dos granujas bastante torpes y con los mismos, o incluso menos, escrúpulos que su jefe: Aniceto (Enrique Ávila) y Trinidad Negrete (Manolo Gómez Bur).


Al final, tras una serie de catastróficas desdichas, el pobre de Don Rodolfo, su secretaría Octavia y la camarera Angustias (que hace honor a su nombre) terminarán luchando por su vida ante la panda de facinerosos ladrones de joyas, y alguna que otra vaquilla que se suma al sarao, en una de las escenas mas desternillantes de la cinta.

En resumen, una muy buena pelicula que abriría la trilogía de Operaciones de la factoría Ozores, que explota a la perfección la química existente entre Gracita Morales y López Vázquez, todo un filón de oro. Cabe destacar también la memorable actuación de Manolo Gómez Bur, un actor bastante infrautilizado, que a pesar de contar casi siempre con escaso protagonismo en todas las peliculas en las que participó, lo aprovechaba a la perfección.